Todos sabemos que la vida es como la escalera de un
gallinero, aunque no hasta tal punto. Ha sido uno de los partidos mejor jugados
pero no ha sido posible alcanzar la victoria.
En el primer cuarto el Sant Ignasi nos encaja un golito y es
entonces cuando nos despertamos. Comenzamos a presionar y a dominar. En el
segundo cuarto aun sacándonos la artillería pesada, marcamos un gol de portería
a portería, y es que Miguel A. no es capaz de no marcar en un partido.
Como siempre en el tercer cuarto nos venimos abajo y nos
marcan dos goles. Pero los jugadores de Pàdua, a pesar de comenzar a conocer la
derrota, no dejan de luchar. No saben lo que es desmoralizarse. ¡Bien por
Pàdua!, ¡bien por sus jugadores!
En el último cuarto marcamos un gol, el gol de la esperanza
en la remontada pero en una contra hacia el final del partido… nos marcan el
cuarto. Resultado: 4-2. No refleja la realidad.
Sin fotos, sin comentarios.
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